lunes, 10 de abril de 2017

El recipiente como ingrediente

No existe relación directa entre los gramos de sal y el peso de un pulpo. Si que es cierto, que para un pulpo de un kilo utilizaremos una pota de un determinado tamaño y que para un pulpo de cuatro kg, utilizaremos otra pota de otro determinado tamaño. Pues bien, la cantidad de sal viene relacionada con la cantidad de agua que a su vez está relacionado con el tamaño de la pota, y que a su vez, está relacionado con el tamaño del pulpo. Podemos deducir entonces, utilizar un puñado de sal pequeño por kg de pulpo siempre que a mayor peso del pulpo mayor sea el tamaño del recipiente porque si cocemos un pulpo de cuatro kg en un  recipiente muy justo en el que apenas entra y añadimos cuatro puñados de sal éste nos quedará salado. Éste concepto se puede utilizar en cualquier tipo de elaboración ya que es una de las variables más importantes a la hora de realizar una  plato. 

Existen dos formas de saber que tamaño o tipo de recipiente utilizar a la hora de elaborar una receta. La primera, y más laboriosa, la experiencia a base de ensayo y error. Es fundamental acostumbrarse a utilizar siempre el mismo recipiente para la misma elaboración a no ser que encontremos otro que se adapte mejor a las exigencias del producto. La segunda forma se basa en datos más objetivos y pequeños detalles que es necesario analizarlos y estudiarlos día a día como puede ser: la cantidad de agua evaporada durante la cocción, por ejemplo, para cocciones en las que necesitemos una abundante evaporación como puede ser para una paella, que utilizaremos un recipiente muy ancho y con muy poca altura que favorezca dicha evaporación. Si lo que necesitamos es un caso intermedio de evaporación, como puede ser un arroz con leche, utilizaremos un recipiente ancho pero medianamente alto para prolongar el tiempo de evaporación y conseguir un mejor ajuste de la textura. En el otro extremo estarían las marmitas o calderos, recipientes altos y con una boca estrecha y que no permitan apenas evaporación, los cuales son ideales para hacer arroces caldosos o marmitas con arroz. 
















En conclusión, escoger el mejor recipiente que mejor se adapte a nuestra elaboración es uno de los puntos más importantes y a la vez más difíciles de perfeccionar para un cocinero. Después de esta breve introducción sobre el tamaño y forma de los recipientes vamos con una receta donde podreís aplicar esta deducción. 

¿Cómo cocemos el pulpo?:

Vamos a necesitar una pota con agua, a la que añadiremos piel de naranja, un par de hojas de laurel, unos cuantos clavos, lo mismo de cardamomo, un par de dientes de ajo y la sal adecuada. 

En cuanto el agua comience a hervir, introducimos el pulpo en el agua y lo asustamos tres veces ( lo cogemos por la cabeza, metemos sus patas en el agua y las sacamos. Repetimos este proceso tres veces y veremos como las patas llegan a rizarse). Una vez asustado, dejamos que se cocine hasta que veáis que este tierno. El tiempo de cocción también depende del tamaño del pulpo. Para que os hagáis una idea un pulpo de tres kg aproximadamente tardará 45 minutos. Si quereis hacer uno más pequeño es obvio que el tiempo será menor.

















Espero que esta entrada os sirva para mejorar vuestras elaboraciones y no dudéis en consultar todas las dudas que tengáis.

Hasta pronto cacitos y sartenitas :)

2 comentarios:

  1. Hola de nuevo...

    Me ha resultado muy interesante leer "El recipiente como ingrediente", sobre todo para hacer arroces caldosos que les gusta a toda mi familia.

    Tengo que probar a cocer el pulpo siguiendo tus indicaciones, ya que nunca le eché piel de naranja, clavo y cardamomo. Imagino que estará muy bueno.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siiii animate a echarle el cardamomo y la naranja porque se nota un monton!!

      Saludos Elsa!!! :)

      Eliminar